Si tienes todas las ganas del mundo de tener tu propio negocio pero el dinero no es lo que te sobra, no te preocupes, quizá sea lo mejor que te puede pasar. Sigue leyendo.
Recuerdo hace ya varios años cuando quise empezar un negocio y no tenía nada de dinero. Así como lo lees. Nada.
Luego conseguí que alguien me prestara $50 dólares. Hice la mini inversión, lancé mi negocio y perdí todo el dinero. En ese momento me dije: “Menos mal que no pedí prestado $1000 dólares”
Unos años después quise iniciar otro negocio y esta vez necesitaba al menos $150 dólares para invertir en el negocio y empezar. Pero entonces dije: “¿Qué tal si me pasa lo mismo que en el caso anterior?”. Después de pensarlo un poco dije: “No importa. Esta vez sí tengo el dinero y no tengo que pedir prestado”.
Pero después decidí poner en práctica algo que estaba aprendiendo en ese momento y que para mí tenía mucho sentido común: empezar el negocio en su mínima expresión para primero saber si el negocio es rentable o no. En otras palabras, hacer una prueba “en pequeño” para probar si la gente compraba o no mi producto.
Luego de hacer mis cálculos noté que podía empezar la prueba con sólo $20 dólares. Lo hice. Y gané $100 dólares. Y dije: “Ahora sí. Ya puedo invertir los $150 dólares. El negocio funciona”.
La Mejor Manera de Empezar un Negocio
Cuando te dije al principio que tener poco dinero es quizá lo mejor que te puede pasar, es justo por lo que te acabo de contar: empezar un negocio, implica riesgos, y así como puedes ganar mucho dinero, también lo puedes perder.
Pero no es lo mismo perder unos pocos dólares que perder miles. Muchas personas terminan endeudadas por años o terminan enemistadas con algún familiar o amigo porque el negocio salió mal y hubo mucho dinero de por medio.
Por eso yo comparto la idea de que la mejor manera de empezar un negocio es siempre en pequeño. Con la menor cantidad posible de dinero.
Hablé de esta idea en mi libro Negocio Desde Cero y una de las cosas que tu puedes encontrar en la historia de casi todas las empresas que han tenido éxito, es que empezaron en pequeño.
¿Qué es Más Bonito?
Tiene sentido. Es lógico. ¿Pero porqué tantas personas se marean un poco y deciden invertir regular dinero en un nuevo negocio?
Salvo que les sobre el dinero, en mi opinión es porque es mucho más bonito decir: “acabo de abrir un restaurante de 100 m2 en el centro de la ciudad”, que decir “voy a vender tamales en la calle”. Hay que admitirlo. Un negocio nos representa. Habla de nosotros. De quienes somos o de quienes queremos ser. También habla de cómo queremos que la gente nos vea. Y pues, todos queremos que nos vean “a lo grande”.
¡Está perfecto! Eso es lo lindo de poner un negocio, que te permite poder alcanzar lo que sea que estés buscando. Pero dime una cosa. Qué es más bonito decir después de un año de haber empezado tu negocio: “Tuve que cerrar mi restaurante porque no tenía clientes y estaba perdiendo mucho dinero cada mes” o decir “Convertí un pequeño puesto de tamales en una startup que distribuye tamales a domicilio por toda la ciudad por medio de una aplicación. ¡Y doy trabajo a 50 jóvenes de escasos recursos!”
¡En definitiva lo segundo suena mucho mejor!
¿Cómo Empezar un Negocio con Poco Dinero Entonces?
Mira, yo recomiendo que si vas a empezar un negocio, y sobre todo si eres nuevo haciéndolo, entonces lo mejor es empezar con la MENOR CANTIDAD POSIBLE DE DINERO.
Reduce la inversión mínima inicial lo más que puedas. Y usa ese capital pequeño para sacar una versión de prueba de tu producto al mercado. Créeme, si tu propuesta es buena, lo sabrás muy rápido. Sino lo es y pierdes el dinero, entonces habrás perdido muy poquito y lo mejor…¡Habrás aprendido algo!
Un mini fracaso puede hacerte aprender mega lecciones. Y un pequeño éxito puede llevarte a las grande ligas.
Los inversionistas (gente con dinero listo para hacerlo crecer) están buscando como locos todos los días buenas propuestas de negocios en las que multiplicar su dinero. Y la única forma de que ellos lleguen a ti, será demostrando con HECHOS, que tienes una idea de negocio en la que vale la pena invertir.
Creéme. Cuando descubres un negocio que funciona, una propuesta de negocio que impacta al mercado y que gusta; entonces el dinero te perseguirá. Los inversionistas te buscarán. Y el poquito dinero que invertiste estará listo para crecer junto contigo y tu negocio.
Lo más importante para empezar un negocio no es el dinero. Sino demostrar, con hechos (ventas/clientes) que tienes una buena propuesta o idea de negocio. Y para lograrlo, no necesitas mucho dinero.
Y si lo tienes. Guárdalo para después que tu idea se ponga a prueba en el mercado. Una vez que funcione “en pequeño”, entonces levantas el colchón y ahora sí, inviertes todo lo que quieras porque ya comprobaste que ese negocio FUNCIONA.